SAN CRISTÓBAL.- Para Andrea de los Santos, trabajar en el liceo Altagracia Lucas de García, será su “fuente de vida”.A su juicio, los beneficios de esta obra serán invaluables para los pobladores del sector Moscú de San Cristóbal, cuando inicie sus operaciones luego que el presidente Danilo Medina lo entregue hoy a la comunidad educativa de allí.
Trabajo, fuente de vida
Aunque Andrea vive retirada del nuevo plantel escolar dice sentirse “feliz de la vida” porque al trabajar en el liceo, podrá aportar dinero a su familia compuesta por su esposo y cuatro hijos.
“Mi trabajo es lo único que tengo para ayudar a mi familia. Esa es mi fuente de vida, no tengo otra. Me siento feliz de la vida y bien trabajando en el liceo. Estoy muy agradecida”, afirmó Andrea al enfatizar que “de eso viven mis hijos”.
Gran ayuda para las madres
Andrea valora la Jornada Escolar Extendida como una gran ayuda para los padres, porque mantiene a los estudiantes en clases de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. “Imagínese una madre pobre que tenga que irse a trabajar, cuando llega, sus hijos no van a estar en la calle. O sea, prácticamente van a llegar juntos a la casa”.
Algo que bajó del cielo
“Mi hermano, esto es algo que bajó del cielo, porque aquí hay desayuno, comida, merienda. ¿Qué mejor beneficio para los padres y para estos niños?, excelente, porque es que de aquí se van a ir a la casa preparados, con estudios y van a ir alimentados porque tienen buena comida y buen desayuno”.A su juicio, los beneficios que ofrece a la comunidad este nuevo centro de estudios es algo nunca antes visto, “aquí no se había visto una estructura como esta a nivel de esta comunidad. Esta es la primera escuela con 24 aulas, pero por Dios, es algo que no tiene precio”.
Expuestos a los peligros de la noche
El presidente del Comité Pro-Desarrollo del barrio Moscú, Segundino Díaz, mejor conocido como (Pipilo), tiene 10 años viviendo en este sector, y que relata que antes de construirse el liceo Altagracia Lucas de García, para los estudiante la situación era muy precaria, debido a que tenían que trasladarse a lugares distantes de San Cristóbal y la comunidad de Sabana Toro para recibir el pan de la enseñanza.
Con 70 años de edad, “Pipilo” recuerda que antes los estudiantes para ir a las escuelas salían en horas de la tarde y regresaban en horas de la noche, lo que los exponía a innumerables peligros.Ahora está tranquilo, pues sus dos hijos, de 18 y 19 años, irán al nuevo plantel escolar.
Además de los peligros a que se exponían, esto representaba un gasto que no todas las familias podían solventar. “Imagínese una pobre madre o un pobre padre que tenga que gastar 100 pesos de pasaje diario para mandar un niño a la escuela, necesitándolo para comer”.
Lodo y zapatos sucios
“En ese tiempo hubo algunos accidentes y cuando llovía no podían salir porque había muchísimo lodo y los zapatos se les ensuciaban y se presentaban problemas de salud”.Este septuagenario confía en que los estudiantes del liceo recibirán una excelente educación.
Trabajo colaborativo
Aseguró que con el nuevo plantel, los estudiantes estarán mejor preparados y que desde el Comité Pro-Desarrollo del barrio Moscú que preside, se preocuparán en ayudar a los estudiantes y hablar con los padres para que los hijos sean aplicados y así ayudar a los profesores.
Pipilo también calificó como excelente la Jornada Escolar Extendida porque así los jóvenes tendrán menos tiempo ocioso, “van a tener menos vagancia y se van a preocupar de hacerse profesionales pronto”.
Familias contentas
“Nos sentimos contentos y regocijados porque nuestro señor presidente Danilo Medina, un gobierno excelentísimo, dijo que iba a hacer lo que nunca se ha hecho, y se está haciendo”.“Nosotros, nuestras familias, nos sentimos contentos por este liceo que el Presidente hizo. Que Dios lo cubra de bendiciones. Que Dios nos lo proteja y le dé larga vida”.
Para Pipilo y toda la comunidad del barrio Moscú “este fue un sueño que hizo realidad el señor Presidente”.
0 comentarios:
Publicar un comentario